Capitulo 14

_ Nuevamente tu recuerdo_

POV EDWARD

- ¡EDWARD! ¿Que tanto piensas? – Grito James.

James me sobresalto con su grito desaforado y hasta llego a ponerme de mal humor.

- Solo estaba pensando que nuestra invitada se esta demorando – le conteste sacando de olvidar el tema.

- Pues ella llego desde hace 10 minutos pero como andas en el otro mundo viajando quien sabe a donde no me has escuchado.

- James por favor no empieces otra vez de verdad – suspire – Vamos no la hagamos esperar mas.

- Olvídalo hermano. Vamos no la hagas esperar mas, la chica no lo merece.

James había conseguido un contrato con una chica llamada Christina Perri, una reconocida cantante por el momento y pues él estaba muy entusiasmado con lo de participar con ella en el escenario en su próximo concierto en la ciudad en donde actualmente me encontraba.

- Buenas tardes jovencitas – chillo James al entrar a la sala en la que se encontraban nuestras invitadas.

- Hola James – lo saludo una de las chicas que ahí se encontraba – Has tardado una eternidad.

- Cierto, es que Edward y yo estábamos arreglando unas cosas en el estudio ya que aun no estaban terminada – dijo James restándole importancia al asunto – Por cierto les presento a mi querido amigo Edward Cullen.

- Mucho gusto Edward – dijo una chica cabello negro que se levanto de uno de los asientos y me tendió su mano – Christina Perri.

- Mucho gusto Christina – dije de forma educada.

- Chicos creo que estamos perdiendo mucho tiempo, vamos a estudio para que preparen sus cosas y todo salga espectacular por la noche – dijo James eufórico.

Christina me sorprendió muchísimo cuando se presento. Físicamente es muy atractiva y u cabello negro llama mucho la atención es mas tiendes a perderte en el pero lo que mas sorprende en ella son los tatuajes que hay por todo su cuerpo o por lo menos lo que quedan a simple vista. En general a pesar de todo es una chica genial, tiene su propia personalidad y un sello inigualable.

Llegamos al estudio y me situé en mi lugar favorito… ¡Mi piano! El trabajo de hoy por ahora y la noche en el concierto serian muy fácil. Yo tocaría el piano mientras ella interpretaba su nueva canción...

Al ver la notas en el papel vi que serian algo fácil aunque tendría que mantener mucho la concentración ya que eran notas muy sensibles y si no lo hacia muy seguramente perdería el control y terminarían dañando el espectáculo de Christina al ponerme sentimental.

- ¿Edward ya tienes las notas? – pregunto Christina.

- Eh… Si ya las tengo podemos comenzar cuando quieras – dije algo confundido...

- Pues comencemos entonces – dijo ella muy entusiasmada.

Comencé con unas notas lentas y tristes mientras ella comenzaba a acompañarme con su voz. Christina tenía una voz melodiosa y la canción en si era fascinante, te va envolviendo poco a poco si te dejas llevar por el piano y su voz. De repente me perdí y me transporte a un lugar lejano y una chica hermosa con unos ojos castaños apareció en mi mente, ella sonreía y me miraba fijamente.

Sentí una necesidad enorme de sentirla cerca, de cortar esa distancia que nos separaba y que hacia que mi corazón doliera tanto. Corrí y corrí tratando de tocarla pero entre más lo intentaba mas ella se alejaba y eso dolía aun más era como si ella no me quisiera cerca, como si quisiera alejarse desesperadamente de mí.

De repente sentí unas manos sobre mis hombros y me sobresalte...

- ¿Edward? – dijo una voz preocupada.

- ¿Qué paso? – pregunte algo confundido.

- No lo sé, estabas tocando y de repente el ritmo y no dejabas de hacerlo hasta ahora.

Recordé lo que había estado pensando hacia un rato y me sentí avergonzado por haber perdido la concentración. Le había faltado el respeto a ella.

- Discúlpame – dije y suspire – No sé que me ha pasado, creo que perdí el control. De verdad discúlpame.

- Edward disculpa que me meta en tu vida pero me acabo de dar cuenta que tienes un gran vacío en tu corazón y al parecer mi canción te hace daño. ¿Estas seguro que quieres hacer esto? No es porque vayas a echar a perder mi concierto es por ti, porque vayas a quedar mal delante del publico.

Las palabras de Christina me dejaron meditando un poco y concluí que ella tenia toda la razón, solo que ya muchas veces antes me había enfrentado a esto y había salido victorioso, en esta ocasión no seria la excepción.

- Puedo con esto créeme – suspire – Ya lo he hecho muchas otras veces aun así gracias por preocuparte.

- Ok, lo intentamos nuevamente – dijo ella algo más entusiasmada.

- Te sigo – dijo yo no tanto entusiasmado.

Al volver a escuchar su voz volví a pensar en esos ojos castaños que tanto extrañaba y aunque esta vez no perdí el hilo de la canción pues si debo confesar que por momentos perdía el control.

Christina se veía preocupada pero aun así dio su autorización para presentarnos dentro de cuatro horas frente a un publico de mas o menos 4.000 personas en donde o me concentraba o me concentraba. Por su carrera y por la mía.