miércoles, 23 de marzo de 2011

MI ADICCIÓN, ENTRE LETRAS

Mientras estudiaba en el colegio era la mejor alumna en mi clase de Lengua Castellana (Literatura). No me encantaba leer pero lo hacía bien y devoraba libros en corto tiempo, aunque la verdad lo hacía porque era una de las obligaciones para poder pasar la asignatura.

También era buena escribiendo y hasta tenia buena caligrafía (mis compañeros me buscaban para transcribir las cartas que ellos les enviaban a las niñas que les gustaban). Realizaba al pie de la letra mis trabajos y por estas razones me defendía bien en esta clase porque en las demás no era muy buena como por ejemplo en Matemáticas, Física, Química, etc. ok eran las más importantes pero yo me defendía y por lo menos no las perdía que era lo importante.

Al graduarme de bachiller muchas cosas y muchos gustos cambiaron ya que el ritmo de vida no es el mismo. Me dedique a cosas diferentes y descubrí nuevas aficiones que la verdad poco me duraron porque el tiempo no era el mismo y para esa época muchas cosas no eran las mismas. Un día sin nada que hacer mi mejor amiga me hablo de unos libros que a ella la tenían enamorada y comenzó a relatarme un poco de que trataba dicha historia. Al principio me pareció la locura más grande del mundo y la cosa más cursi que había oído en toda mi vida, aun así ella me insistió tanto que le dije que me mandara por mail los libros y que yo los leería. Intente leerlos más de dos veces: la primera vez al ver el prefacio y encontrar estas palabras… “Nunca me había detenido a pensar en cómo iba a morir, aunque me habían sobrado los motivos en los últimos meses, pero no hubiera imaginado algo parecido a esta situación incluso de haberlo intentado.
Con la respiración contenida, contemplé fijamente los ojos oscuros del cazador al otro lado de la gran habitación. Éste me devolvió la mirada complacido.
Seguramente, morir en lugar de otra persona, alguien a quien se ama, era una buena forma de acabar. Incluso noble. Eso debería contar algo.
Sabía que no afrontaría la muerte ahora de no haber ido a Forks, pero, aterrada como estaba, no me arrepentía de esta decisión. Cuando la vida te ofrece un sueño que supera con creces cualquiera de tus expectativas, no es razonable lamentarse de su conclusión.
El cazador sonrió de forma amistosa cuando avanzó con aire despreocupado para matarme”... Me dije no, yo no puedo leer esto, que locura pensar en la manera en como alguien va a morir, esto no me gusta, no…

Después lo volví a intentar como dos veces más y nunca pasaba de esas primeras líneas y le decía a mi amiga que no podía hacerlo, no me gustaba la historia y que sentía que no podía continuar. Siempre que hablábamos ella solo comentaba bellezas de la historia y mientras yo no comenzaba ella ya iba por el tercer libro. Un día después de tanto hablarme y hablarme de Edward Cullen que en ese momento era su obsesión y decirme que estaba enamorada de él, me propuse descubrir a aquel personaje que había cautivado su corazón y comencé por tercera vez aquel libro con el cual no podía avanzar. Esta vez no solo leí el prefacio sino también el primer capítulo, el segundo, el tercero, el cuarto, el quinto y entre más leía más quería seguir. Sin darme cuenta estas letras se volvieron mi adicción. Pasaba casi el día entero leyendo y leyendo, mis papás me llamaban la atención y no encontraban la manera de despegarme del computador, por momentos me sentía cansada y la vista ya no me quería colaborar porque era agotador leer en el computador pero al mismo tiempo era tan adictiva la historia que no podía parar. En menos de dos o tres dias había acabado la historia y comenzado con el segundo libro y con el tercero.

Mi amiga y yo ahora solo hablábamos de esta historia y aunque ella ya la había terminado no me contaba casi nada solo me dejaba con mucha curiosidad de lo que vendría. Al cabo de una o dos semanas había leído la saga completa. Cuatros libros, 2.487 paginas aproximadamente. ¡Era mi propio record, mi primera saga, mi primera historia, mi primera adicción!… Y por fin conocí al amor platónico de mi amiga… Edward Cullen, no fue tan difícil que se convirtiera también en el mío y en el de quien sabe cuántas chicas más.

Gracias a ella no solo conseguí todas las cosas que anteriormente mencione sino que también encontré mi pasatiempo favorito TWILIGHT y con el vinieron algunos otros libros que poco a poco se han ido convirtiendo en parte de mi vida.

¡Gracias Laurita no solo por ser mi mejor amiga sino también por haberme metido en todo este cuento. No sabes el bien que le has hecho a mi vida, aunque mi papá cada día me la monte por eso!

3 comentarios:

  1. AWWWWW...De nada amiga!! Yo igual te quiero, no tengo que decirtelo. Sin embargo, mi adisión de Twilight ya no es tan intensa como cuando comenze a leer, pero lo sigo queriendo.

    ResponderEliminar
  2. Yo reamo esa saga y comparto tambien tu adiccion

    ResponderEliminar

Es importante saber lo que piensas... ¡Escribeme!