viernes, 14 de octubre de 2011

Capitulo 2

-     La jugada perfecta -

Esa noche no pude dormir pensando en todo lo que había pasado ese día. Pase horas imaginándome que le iba a decir la próxima vez que lo viera, parecía una niña de doce años con su primer amor, si es que a eso se le podía llamar amor, solo lo conocía hace algunas horas pero sentía que de alguna forma lo conocía de toda la vida.

A veces me sentía algo tonta hablando conmigo misma en medio de las penumbras, en momentos tenía que parar y recordarme que tenía 19 años que ya había besado, que ya había tenido relaciones aunque fuesen así de inestables  y lo más importante que ilusionarse tan rápido era peligroso más aun cuando no sabes cómo lidiar con él.

Pase toda la noche dándole vueltas al mismo pensamiento hasta que de pronto abrí los ojos ya no estaba en mi cama, estaba en una casa de cristal fría e inhóspita tenía miedo y me sentía sola, sin embargo sentía la necesidad de seguir ahí sentada en el suelo. De un momento a otro el ambiente cambio, aun seguía en el mismo lugar, mi casa de cristal pero todo era diferente extrañamente hermoso; podía sentir una calidez atravesando cada fibra de mi cuerpo  ya no tenía frio me sentía tan bien. Sentí a alguien a mi lado, era Dustin me rodeo con un dulce abrazo que hizo que todo lo que había en esa habitación desapareciera, era simplemente perfecto el ambiente, nunca me beso, ni siquiera me miro solo el sentir el calor de su abrazo era increíble.

Desperté otra vez en la seguridad de mi cama, la cual había perdido toda seguridad después de ese sueño tan hermoso… Vi la hora, la misma hora en la que terminaban mis pesadillas… Mis pesadillas, claro mis pesadillas habían desaparecido, el cambio mi vida solo en un par de horas pero aun así sentía que algo me faltaba, no sabía qué, pero algo definitivamente arruinaba mi sueño ¿hecho realidad?... Eso lo iba a averiguar.

Así pasaron varios días que se convirtieron en 4 meses. Cada vez Dustin me gustaba más, llegue a pensar entonces que la vida no era un conjunto de des fortunios que debíamos aprovechar, era más un juego de ajedrez donde las fichas escogían su propio lugar, claro que solo tu escogías el camino que tomas para llegar a ganar pero su movimiento involuntario de jugadas era las oportunidades del destino. En estos momentos sentía que Dustin era ese camino, esa jugada, esa oportunidad que el destino me estaba dando para ganar; ese partido, el partido de mi vida, quizás exageraba pero él era todo lo que podía ver, en estos momentos.

 Mientras cenaba alguien toco a la puerta, debía de ser algunos de los amigos de papá, ya que era fin de semana y ellos siempre se reunían y salían a divertirse. Me levante y en el umbral de la puerta ahí estaba él tan perfecto como la primera vez que lo vi.

– Hola – me  dijo en ese tono tierno seductor que me hacía temblar – Perdón por llegar sin avisar pero pensé darte una sorpresa, dame una oportunidad te prometo que te encantara – Iba vestido bastante elegante con un traje que le sentaba muy bien… Como te le puedes negar a un hombre así, estaba dispuesta a salir cuando me di cuenta del desastre que estaba hecha, sentí mucha vergüenza.

– Solo dame unos segundos necesito arreglarme ya bajo – dije apresurándome a las escaleras, cuando recordé que no le había invitado a pasar – y por favor entra – me sonrió.

– Gracias – dijo

Subí lo más rápido que pude y trate de encontrar la combinación perfecta para la sorpresa que sabía que también lo sería, por algún regalo de Dios al abrir el armario encontré el vestido perfecto, era morado, ni muy lanzado ni muy recatado, perfecto. Tenía un escote adornado con una fina tela plateada que hacia resaltar mucho mi color de piel, me lo puse en cuestión de segundos, me puse un maquillaje suave de acuerdo al color del vestido, al soltarme el cabello me di cuenta que se veía perfecto con grandes destellos de luminosidad que lo hacía ver hermoso, lo adorne con un prendedor  plateado, no podía creer que esto estuviera pasando, me sentía en otro mundo, un mundo increíblemente hermoso, me puse mis tacones plateados no muy altos ya que debido a mi descoordinación llevar tacones altos era atentar contra mi vida, eran mis favoritos y a pesar que el espejo me contradecía no me sentía muy hermosa, de pronto paso algo que nunca había pasado conmigo tuve inseguridad antes de salir a una cita, era una sensación extraña la detestaba, quizás todo esto venia porque era la primera vez que salía con alguien que de verdad me importaba y no con alguien por pena o simplemente por no tener nada que hacer.

Decidí dejar esos pensamientos a un lado, lo necesitaba, me regale una sonrisa en el espejo para darme fortaleza…

– Eres  hermosa y puedes con esto – me susurre a mi misma con la esperanza de infundirme seguridad pero no funciono, le fruncí el ceño a la chica insegura del espejo y salí a toda prisa, baje las escaleras de dos en dos y justo en la parte baja ahí estaba Dustin con la perfección que lo distinguía, casi llegando abajo para mi mala suerte me tropecé cerré mis ojos esperando sentir el piso en mi rostro pero nunca paso en cambio unos brazos fuertes me rodearon sentí su calidez estrellarse contra mi cuerpo se sentía muy bien era como mi sueño quería quedarme ahí toda la vida  me miro a los ojos fijamente y me sumergí en su mirada de inmediato.

Este día era diferente tenía un brillo especial que me hacía enloquecer más de lo que ya estaba, no sé cuánto tiempo pasamos abrazados mirándonos fijamente solo sé que fue el tiempo más hermoso de toda mi vida, cuando logramos recobrar la razón me alejo un poco de su calidez y me indico con el brazo que siguiera.

– Primero  las damas – dijo  formalmente.

– Muchas  gracias – le dije entre risitas nerviosas.

Caminamos en silencio hasta el auto, él se apresuro a abrirme la puerta y estando dentro del auto tomó una frazada roja y se acercó a mí.

– ¿Espera… que vas a hacer? – le dije confundida.

– Tranquila  confía en mí, es una sorpresa te tengo que vendar – dijo  en un tono tranquilo, casual.

Decidí dejarlo que me vendara, igual ya había llegado hasta aquí y estaba ansiosa por ver la sorpresa. Me vendo los ojos y estaba algo frustrada no estaba acostumbrada a no saber qué pasaría o que pasaba detestaba las sorpresas pero definitivamente algo me decía que esta me encantaría, ya me estaba cansando de la ceguera cuando sentí que el auto se detuvo, llevé mis manos a la frazada, pero sentí su tacto de repente.

–Tranquila  corazón aun no, déjame guiarte – sentí  su respiración golpeando mi oído que me hizo estremecer. Solo asentí, sentí que se abría la puerta del conductor y siguiente a eso mi puerta,  me tomo la mano y con su mano libre tomo mi cabeza para que no me golpeara al salir. Salí tambaleándome, tomo mi cintura y me acerco a él, sonreí.

– Cuidado un escalón – susurro. Así de esa forma subí todos los escalones tropezándome en varios cuando parecía que había subidos todos escuche como se habría una puerta.  

– ¿Lista? – asentí.

En el momento que me quito la frazada quede simplemente en shock, no podía concebir lo que mis ojos me confirmaban estaba frente a mi sueño era un salón enorme con unas ventanas grandísimas que daban hacia la naturaleza que estaba adornada bajo el color plata de la luna esa parte me encanto además con una mesa puesta justo en el medio con una cena para dos, mire hacia abajo y pude ver un camino de margaritas mi flor favorita que conducía a la mesa, en el techo un sin número de globos en forma de corazón, pero que era todo esto ¿En forma de corazón? Habían letras escritas pero no alcanzaba a leer y Dustin se dio cuenta, tomo un banco que había en un extremo tomo un globo y se acerco a mí y yo estaba inmóvil, me mostro  el globo que había tomado.

– ¿Así  está mejor? – pregunto 

– Perfecto – susurre lo tome entre mis manos y esas palabras me sorprendieron como nada en la vida esto sí que era una sorpresa el globo decía “No hay definición existente para decirte lo que siento pero si hay que escoger una palabra mi alma expresaría un Te Amo Stephanie”.

Todo eso cabía en un solo globo y era perfecto. No pude pronunciar palabra simplemente me quede inmóvil con miedo que si me movía quizás despertaría de mi fantasía.

– Sabes, desde que te vi entrar esa maravillosa mañana el primer día de clases note en ti algo que me desconcertó, que cambio mi mundo, siempre me habían dicho que para poder amar tenía que ver con el alma y no con los ojos, pero aun no sabía que quería decir eso hasta que te vi. Yo pude mirar tu luz interior y comprendí que era mi alma mirando a través de ti – dijo sin interrupciones – estos meses a tu lado me enseñaron a comprender la grandeza de un sentimiento puro  y es lo más hermoso que existe en este mundo tan dañado – hizo una pausa y yo seguía sin creer mi propia realidad –no tenía idea como decirte lo que siento y esto fue lo que se me ocurrió no sé si será muy extravagante o lanzado pero no sé… – bajo la mirada me recordó el primer día en que lo vi y mil sentimientos me inundaron.

 – Sabía  que era un error por favor perdóname pero no llores – me dijo angustiado con un tono de tristeza… ¿Llorar? Me pase la mano por mi mejilla empapada ¿En qué momento había comenzado a llorar?

– ¡NO! – grite, otra vez exagerando mi tono de voz siempre me pasaba eso –no, yo no estaba llorando porque no me gustara, más bien todo lo contrario me encanta, todo es tan hermoso y de verdad me gusta mucho todo lo que me dices – me  sonroje ante mis palabras. Él me miro y vi como la ilusión volvía a sus ojos.

– Entonces  te parece bien si… – hizo  una pausa – quizás tú quieras ser mi –otra  pausa larga, sabía lo que diría pero no quería ayudarlo esta vez tenía que hacerlo solo – novia – dijo  al fin, sonreí de la manera más radiante que pude, acaricie su mejilla que se sonrojo a mi toque y lo mire a los ojos mi mirada decía todo, pero igual tenía que decirlo.

–SI – nunca  un SI se había escuchado tan bien….

Esbozo la sonrisa más hermosa y resplandeciente que jamás le había visto y su mirada iluminada se veía más hermosa y eso que yo creía que eso no podía ser posible, me acaricio el cabello tiernamente y se acerco a mi hasta el punto en el que su respiración golpeaba mi rostro con  su mirada clavada en mis ojos, me tomo suavemente por la cintura y me pego a su pecho sentí mi pulso acelerarse y casi no podía respirar, pase mis manos por sus hombros y me deje llevarme sentí la calidez de sus labios sobre los míos y sentí como su respiración acariciaba suavemente la mía, en ese momento el mundo desapareció debajo de mis pies, el tiempo se congelo y sentí como el mundo volvía a tener sentido, ese mundo en el que solo estábamos él y yo y nuestro maravilloso ¿Amor?

Si era amor, si eso no era amor ¿Que más podría ser esta avalancha de sentimientos? desgraciadamente la respiración se nos había agotado me aleje un poco de su pecho solo para poder verlo a los ojos, tenía la mirada más hermosa que nunca le había visto, era tierna, profunda, a mí nunca me había gustado mirar fijamente a las personas a los ojos pues creía que a través de la mirada se podía ver el alma, pero esta vez no tenía miedo, el ya era parte de mi vida, él era el único que logró ver a través de mi y descubrir quién soy, eso nunca, NUNCA tenía que olvidarlo, lo abrace tiernamente y deje que el tiempo lo decidiera todo por mí.

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