Capitulo 3

_Una última vez junto a ti_

Llore, llore y llore. No encontraba consuelo. El mundo se me había venido encima, me sentía incompleta e inservible pero todo lo había hecho por él, por su bien, porque lo amaba así él pensara lo contrario, porque se merecía algo mejor y porque mientras él fuera feliz yo también lo seria. Por momentos me calmaba, encontraba consuelo y calma pero cuando regresaban a mi mente todos esos recuerdos de cuando nos conocimos en la escuela, cuando nos besamos por primera vez, cuando nuestros padres casi les da un ataque al corazón cuando les dijimos que nos iríamos juntos a otra ciudad, la primera vez que hicimos el amor, todos los sentimientos, todas las pasiones, las palabras hasta las últimas que nos dijimos y nuevamente caía en la depresión y el dolor.

Durante más o menos dos o tres dias no supe nada más de él ni fui capaz de llamarlo por miedo a su reacción, a sus palabras nuevamente. Una mañana desperté mucho más tranquila después de una larga e intensa noche de lágrimas; me bañe me vestí con algo cómodo y desayune algo ligero para mi estómago mientras lo hacia el timbre de la puerta sonó y mi corazón comenzó a latir rápidamente, me levante perezosamente a abrir la puerta cuando lo hice me encontré con un chico que sostenía un sobre entre sus manos.

- ¿Isabella Swan? – pregunto cortésmente.

- Si soy yo – respondí

- Seria tan amable de firmarme la constancia de recibido. Me entrego un papel en el que puse mi firma sin leerlo y el chico me entrego el sobre que sostenía y se marchó.

Tire aquel sobre en la mesa y termine de comer mi desayuno mientras miraba el sobre y me debatía entre si lo abría o no. Después de pensármelo por unos segundos lo abrí y me sorprendí al encontrar un hermoso papel que al parecer era la invitación para un evento que se realizaría en un reconocido teatro de la ciudad esta misma noche a eso de las ocho. No tenía ni la más mínima idea de quien me había enviado la invitación ya que yo no conocía a nadie excepto a Edward y al fastidioso y arrogante de James. Mi familia vivía en otra ciudad junto con la de Edward y yo no acostumbraba a salir y conocer personas así que no tenía amigos además mi único interés en la vida era estar con Edward y nada más, un grave error en estas circunstancias. Así que no se me ocurría quien la había podido enviar, y ¿si se había equivocado? Yo no había tenido la delicadeza de preguntarle al chico y él solo me había preguntado si era Isabella Swan.

No sabía qué hacer. ¿Asistir o no? No tenía nada que hacer por la noche y sabía de sobra que si me quedaba encerrada haría solo una cosa… Llorar… durante el transcurso del día estuve pensando en lo del evento y como a eso de las seis de la tarde decidí que si esa invitación había llegado a mis manos era porque algo tenía que ver conmigo así que me coloque un vestido ligero pero formal, me maquille un poco para ocultar mi tristeza, ordene mi cabello, me coloque unos zapatos cómodos y tome un taxi que me llevaría hacia un lugar al que no conocía y no sabía con qué me encontraría.

Llegue al teatro y entregue mi invitación a la chica que me recibió muy cordialmente.

- Buenas noches señorita, sea usted bienvenida – sonrió la chica – La acompaño hasta su lugar, sígame por favor.

- Muchas gracias fue lo único que pude decir – Me sentía incomoda y presentía que algo estaba a punto de ocurrir.

- Este es su lugar – dijo la chica y señalo uno de los asientos que se encontraba frente al escenario - ¡Disfrute el espectáculo!

- Eh… Gracias – dije confundida.

Cuando el reloj marco las ocho en punto el telón del escenario se levantó y una luz muy brillante alumbro un gran piano de cola negro que se imponía con toda su majestuosidad y se robaba las miradas de los asistentes, luego de unos segundos se escucharon unas suaves notas que provenían del piano y al encenderse otra luz dejo ver a la persona que interpretaba las notas… ¡Edward!...

Mi corazón comenzó a palpitar como loco en cuanto lo vi, su mirada extraña llamo mi atención y me perdí en ella. Hacia muchos dias que no lo veía u hasta pensé que se había ido de la ciudad pero su mirada era lo que me tenía incomoda, me sentía extraña y cuando comenzó a cantar nuevamente mi mundo se vino abajo y después de tantos dias en esas palabras pude encontrar lo que el día de nuestra despedida me oculto.

“Estoy a punto de emprender un viaje

Con rumbo hacia lo desconocido

No sé si algún día vuelva a verte

No es fácil aceptar haber perdido.

Por más que suplique no me abandones

Dijiste no soy yo es el destino

Entonces entendí que aunque te amaba

Tenía que elegir otro camino.

De que me sirve la vida

Si no la vivo contigo

De que me sirve la esperanza

Si es lo último que muere

Y sin ti ya la he perdido.

De que me sirve la vida

Si eres lo que yo pido

Voy detrás de tu ternura

Pero no me queda duda

Que me dejas sin tus besos.

Escucha bien amor lo que te digo

Pues creo no habrá otra ocasión

Para decirte que no me arrepiento

De haberte entregado el corazón.

Por más que suplique no me abandones

Dijiste no soy yo es el destino

Entonces entendí que aunque te amaba

Tenía que elegir otro camino.

De que me sirve la vida

Si no la vivo contigo

De que me sirve la esperanza

Si es lo último que muere

Y sin ti ya la he perdido.

De que me sirve la vida

Si eres lo que yo pido

Voy detrás de tu ternura

Pero no me queda duda

Que me dejas sin tus besos.

De que me sirve la vida

Si no la vivo contigo

De que me sirve la esperanza

Si es lo último que muere

Y sin ti ya la he perdido.

De que me sirve la vida

Si eres lo que yo pido

Voy detrás de tu ternura

Pero no me queda duda

Que me dejas sin tus besos.

Y sin ti ya la he perdido”

No pude soportar más, mi corazón se volvió cenizas y de lo único que fui capaz fue de huir de ese lugar. Mientras corría para salir me encontré con la chica que me había recibido.

- Señorita disculpe – me dijo y me entrego un sobre – Esto es para usted, ¿puedo ayudarla?

- No – respondí rápidamente – Y gracias por todo.

- Para servirle – sonrió amablemente.

No le di importancia al sobre que me entrego y solo camine hacia la calle porque necesitaba aire fresco, alejarme de todo, olvidar, ¡necesitaba escapar!

Llegue a altas horas de la noche a mi apartamento o a primeras horas de la mañana, la verdad no importaba solo quería llegar a mi cama y hundirme en la inconciencia del cansancio y si era posible no volver a despertar. Durante aproximadamente dos dias solo me levantaba, me alimentaba y volvía a dormir. No tenía ánimos para nada mas lo único que deseaba era que la tierra se abriera y me tragara para así poder escapar de este sufrimiento.

Aclaro que esta canción no es de mi autoría sino del grupo Mexicano Camila al igual que el nombre de esta historia.

Decidí utilizarla para este capítulo porque sinceramente me fascina y es desde mi punto de vista una de las tantas canciones de este grupo que envuelve tantos y tantos sentimientos. La amo al 100%, así que les dejo este video para que la puedan disfrutar junto con el capítulo tanto como yo la disfruto...